3.11.2012

Situaciones que no son ni el principio ni el final del punto


Tanto el jueves como ayer te vi, me arropaste con tu mirada y te sonreí al verte, pensé que nunca todo lo que soñé se volvería realidad. Conversamos, nos reímos, jugamos luego me llamaste a tu encuentro y no pude resistirme, no encuentro la fuerza necesaria para decirte un No por respuesta, tu olor embriagaba toda la estancia donde permanecimos mas horas que cualquier otro día. Tú preferiste pasar mas tiempo conmigo, ahuyentando otro encuentro así como yo podía dejar cualquier cosa que me pidieras con tal de estar a solas en tus brazos.

Y así fue, me apoye en tu pecho, te abracé con dulzura y también me abrazaste, me diste un beso en la frente, con cariño te embriagaste con el olor de mis cabellos, te miré y te di un beso, así estuvimos abrazados robándonos besos apasionados, no pensé en nada en ese momento como muchos otros, cada vez que nos encontramos, fuiste mio. De repente uno en frente del otro nos abrazos y seguimos besándonos, acariciándonos sin perjuicio. Me gusto verte celoso, o eso parecía para mi cuando en mi celular llagaban mensajes de mi ex queriendo perturbar ese momento.

Quién es? Tu papá?
No...

Con quién me engañas?, dijiste tan dulcemente.

No quería que se echara a perder todo, y no fue así luego te apoyaste en mis piernas mientras te cariñaba con todo lo que sentía, nos mirábamos a los ojos con ese brillo, hasta que de nuevo me embriagaste una vez mas con tus besos, era locura viva, y no me importaba nada.

Ahora es que te extraño, quiero verte de nuevo y sentir lo que me das con tu mirada, con tus besos, con tu olor y tus abrazos esperaré encantada ese momento.

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