Recuerdos de medianoche

Caminábamos con lentitud mientras estábamos en silencio, yo no sabía como actuar mientras que tu mente viajaba a otros lares. Tomaste mi mano, me abrazaste y sentí el latir de tu corazón, tan vivo, tan real. Era lo que el momento causaba, el estar entre tus brazos sentir tu olor y desarmarme con tu mirada, ¿Dónde había quedado mi muro de acero? ese que construí para no caer en este juego.

Alzo mi mirada y me encuentro con tus ojos negros, con una sonrisa de medio lado, invitándome con ese destello a que te bese y como mi poder ha caducado, me inclino y toco suavemente mis labios con los tuyos, cierras los ojos mientras me quedo observándome, mirando cada detalle de tu rostro.

- Cierra los ojos -dices en tanto que me abrazas con mayor fuerza y yo dejo que esa ilusión fluya sin cesar.

Obedezco y con mayor sabor percibo tus labios suaves y tibios, no solo es un beso a medias, me invitas a saborear, me abrazas como si no quisieras que me esfumara, como si pensaras que sería capaz de desaparecer y yo me dejo llevar, por último me abrazas y apoyas tu rostro en mi hombro en tanto que yo veo por el espejo el momento que se ha quedado en mi retina y que ya no se borrará jamás.

Era como un sueño, algo lejano, algo que solo podía suceder en mi mente, pero ahi estabas abrazándome con ternura y sintiendo que ya no nos volveríamos a ver más, todo como una despedida.


Recuerdos de medianoche... solo recuerdos.

Una mentira tan verdadera... una ilusión desecha.